Paella & Chips

CAJÓN DE SASTRE DE UNA VIAJERA

lunes, 9 de diciembre de 2013

10 reglas de buenos modales en el metro

En París, durante años estuve cogiendo el metro casi diariamente. Lo que de niña, aquella primera vez en la gran ciudad, me había parecido tan emocionante, pasó a formar a parte de la rutina, una rutina de la que muchas veces habría preferido prescindir. Ya lo dicen los parisinos “Métro, boulot, dodo” (“Metro, trabajo, camita”)

Eso sí, con el tiempo te haces un verdadero experto de este medio de transporte; de las líneas y sus paradas, del trayecto más corto entre Montparnasse y La Defensa o entre Etoile y Saint Lazare, de los vagones más cómodos o más vacíos.

Pero aquí no queda la cosa. También aprendes a comportarte, porque naturalmente en el metro hay una etiqueta que respetar y te enfurece que alguien no la siga.

Entradas y simbolos del metro en Paris

Os he hecho una lista de reglas de buenos modales en el metro. La he completado con lo que a mí, como a cualquier usuario habitual de metro, me pone de los nervios.

1) Compra tu billete con anterioridad y tenlo a mano al entrar


Lo mejor es comprar los billetes previamente o bien hacerse con un bono. Las interminables filas en la entrada de la estación son un agobio.

Pero hay otra cosa que aún me crispa más. Es la típica mujer (sí, lo siento, solemos ser las chicas) que se sitúa justo delante del torniquete y se pone a buscar su billete en el bolso, bloqueando lógicamente la entrada a los otros.

2) No te cueles


Colarse no mola. Sobre todo porque los que se cuelan tienen que dar un salto gimnástico sobre los torniquetes de entrada o, lo que es más habitual, se pegan a la persona que está a punto de pasar por el torniquete y entran a la vez. Además, como no suelen avisar, te llevas unos sustos de muerte. Para más inri, los delgados somos lógicamente su presa ideal.

3) Muévete con el flujo de la gente


Siempre hay a alguno que le da por volver cuando todos van o que no entiende cómo funciona el tráfico en las escaleras mecánicas. Los parisinos se detienen en el lado izquierdo de las escaleras mecánicas lo que permite que los que van con prisa les rebasen por la derecha. Recordad, si estáis en Londres, será al revés.

También están los que deciden ponerse a charlar, hablar por el móvil o mirar un mapa de la ciudad justo en medio. ¡Menudos atascos por culpa de esta gente!

Entrada de metro en Londres, London Underground – Señal de la estación Earl’s Court en Londres – Escaleras mecánicas en el metro de Londres

4) No empujes y antes de entrar, deja salir a los demás


Como en cualquier transporte público, por eficiencia y para no darte un golpazo, deja salir de los vagones antes de entrar.

Hay mucha gente que no entiende reglas de educación tan básicas como no empujar a los otros hacia las vías cuando el tren llega (¡es muy peligroso!), dejar salir antes de entrar o bien evitar colarse, chillar o empujar para entrar. No son los únicos con prisa; casi todos andamos con el tiempo justo.

Se me había olvidado hablaros de los pasajeros que llegan en el último segundo y, como se creen Rambo, intentan abrir las puertas del tren, una vez ya está listo para irse. Si no se han dado cuenta, el próximo tren llegará en un máximo de 5 minutos.

5) Cede tu asiento


Siempre es un triunfo conseguir un asiento libre pero eso no quiere decir que tienes derecho a él sin importar las circunstancias. Si a tu lado hay una mujer embarazada, un discapacitado o un mayor, debes cederlo. Cae de cajón para cualquier persona medianamente bien educada pero hay muchos que no quieren entenderlo.

Y está el tema de las banquetas plegables. Si el vagón se llena y te encuentras sentado en una de ellas, debes levantarte. Sí o sí.

6) Procura ocupar poco sitio


Hay viajeros que entran en el vagón y se sienten en el salón de su casa. Ocupan dos asientos, ponen su bolsa en el de enfrente y dejan el paraguas tirado en medio del pasillo, en plan carrera de obstáculos.

Os recomiendo que ocupéis solamente un asiento y, si lleváis una bolsa, colocadla sobre vuestro regazo. Todo el mundo os lo agradecerá. Además, guardar sus efectos personales cerca es siempre prudente. No hay que tentar a los carteristas.

Por cierto, no pasa nada por dormirse en el metro. Ocurre tan fácilmente; quizás el cansancio, el aburrimiento y el traqueteo del tren ayuden. Sin embargo, procurad evitar acabar con la cabeza en el hombro de vuestro vecino.

Pasajeros a la espera de su metro en Londres

7) Evita los bultos a horas punta


Todos hemos terminado alguna vez en el metro cargados con equipaje. Es comprensible pero entonces, salvo último recurso, evitad coger el metro a horas punta. No hay nada más odioso que no poder salir de un vagón lleno por culpa de una maleta o que te peguen un mochilazo involuntario al moverse.

Pero todavía he visto cosas peores, a alguno le da por mudar media casa o comprarse una televisión e irse con todo al metro. Y naturalmente escogen una buena hora, las 5 de la tarde.

8) No hagas ruido


Si quieres que todo el mundo empiece a acordarse de todos tus muertos mentalmente, grita, habla alto con el compañero o por el móvil, canta o baila.

Otros que molestan, los que se ponen los cascos y creen que no oímos nada. En muchas ocasiones, sí se oye y muy fuerte. Por cierto, menudos gustos musicales hay por ahí sueltos.

De verdad, ya tenemos bastante con aguantar a los acordeonistas. Los músicos llegan, tocan una de las típicas canciones (por cierto, siempre las mismas y siempre fatal) y, tras haber pedido, salen pitando hacia el siguiente vagón. Los que sí nos gustan son los grupos que tocan en los andenes mientras esperamos aburridos.

Vagones de metro en Londres – Símbolo del metro en Londres, London Underground

9) No comas ni bebas


Esta es una de las cosas que peor llevo en el metro. El típico viajero que recién ha pasado por un McDonald’s y no puede esperar ni 5 minutos. Y allí te lo saca todo: patatas fritas, hamburguesa y refresco. Además de un asquito verlos comer y los restos por todos lados, ¡menudo tufo!

Pero estos no son los únicos guarros. También los hay que se depilan las cejas, se cortan las uñas, se limpian los dientes o juegan con un moco. Y no estoy exagerando; lo he visto con mis propios ojos.

10) No te quedes mirando fijamente


No os digo que terminéis como muchos parisinos, que jamás te miran directamente a los ojos ni te sonríen pero tampoco queréis que nadie crea que sois un psicópata asesino. En el metro, no queremos sentirnos observados ni incómodos.

Otros se dedican a ligotear en el metro. Resulta muy cansino. De verdad, es mejor dejarlo para el pub.

Mapa de la línea de metro Picadilly y monumentos de Londres, Picadilly line, London Underground – Letrero indicando la salida en estación de metro de Londres, Way Out

Igual que en la mesa nos esforzamos por ser correctos y tiramos de buenos modales, seamos educados en el metro.


Bolsa de patatas fritas Momento ChipsMomento Chips

El primer metro del mundo fue el subterráneo de Londres, inaugurado en 1863 con seis kilómetros de longitud.

1 comentario :

  1. Buenos consejos. Y también que cedan los asientos a embarazadas y ancianos!

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