Paella & Chips

CAJÓN DE SASTRE DE UNA VIAJERA

lunes, 7 de mayo de 2018

Cinco cosas que me gustan del metro de Viena

Estoy pasando mucho tiempo en Viena últimamente y en Viena, como siempre que he vivido en una gran ciudad, me está tocando utilizar casi diariamente el metro. La experiencia está siendo positiva y hay efectivamente varias cosas que me gustan del metro de Viena. Hoy te las cuento.

1) Tanto las estaciones como los vagones están limpios


No voy a decir que las estaciones y los vagones siguen los estándares de limpieza del Ritz, pero en Viena se ven y se sienten limpios. No me he encontrado papeleras a rebosar, ni demasiadas pintadas, ni asientos pegajosos, ni papeles o patatas fritas tiradas por el suelo.

Algunos vagones son más modernos y otros menos, lo que quiere decir que en unos tienes que hacer un poco el Hulk para abrir la puerta y en otros, solo tienes que darle a un botoncito, pero todos están en buenas condiciones.

Sin embargo, si pasas por la estación de Stephansplatz, una de las más concurridas de la red, te preguntarás la razón por la que huele tan mal. ¿Acaso está sucia? No es así, pero parece ser que cuando hicieron la estación inyectaron un compuesto orgánico compactador en el terreno para que la bella catedral, que está justo encima, en ningún caso se viera afectada por los túneles del metro. No podemos decir que el producto no haya sido eficaz, pero hoy día desprende un olor bastante desagradable.

Símbolo metro Viena U-Bahn - Estación de metro Stephansplatz en Viena